A TODOS LOS MASONES SE LES PUEDE CONSIDERAR COMO INICIADOS?

Que es la iniciación? Es un concepto que nos dice “comenzar”, “introducirse a”; que puede ser adoptado como tal; pero comenzar significa haber terminado algo a la vez, una palabra siempre tiene un lado que quizás no vemos, un ejemplo es el caso de al luz, que para que exista, del otro lado debe existir la oscuridad, y a la vez si existe oscuridad hay también luz; no existe uno sin el otro, a eso se le llama la dualidad de las cosas. El comenzar o iniciar algo hace que también termine algo; que hayamos dejado algo en el camino.

Pero comenzar que? Los ritos de iniciación existen desde miles de años atrás y en distintas sociedades en las que se dice que la vía iniciática es la vida espiritual activa, es una manera de despertar espiritualmente por medio del conocimiento y contemplación interior.

Dejamos atrás, la vida profana; nos acercamos pidiendo una nueva luz, nueva orientación y un nuevo motivo para nuestra vida. El neófito (de nueva planta); ha entrado a un mundo nuevo; un lugar en donde se practica y realiza la fraternidad.

En la ceremonia de iniciación podemos decir que estamos frente a un acto virtual; que luego del trabajo interior, la meditación y el estudio adecuado, esta iniciación se convertirá de lo virtual a lo efectivo o real.

Con la iniciación hemos nacido, hemos despertado; la iniciación marca el antes y el después en la existencia del alma, porque es desde allí que empezamos a ver las cosas de distinta manera; nuestra alma se da cuenta de que siempre hubo algo “mas” y es el momento en el que estamos listos para ese “mas”; ese comenzar debe ser precisamente eso, un inicio en el largo camino de la construcción de ese templo espiritual que somos nosotros.

Entonces la iniciación no es un acto de un momento, es en realidad el comienzo de un proceso continuo de iniciación.

Como mencioné, si empezamos es porque dejamos algo, ese algo son aquellos sentimientos que nos aferran a la vida profana, mientras un masón tenga aquellos sentimientos y actitudes que lo hacen cada vez más profano, pues cada vez se alejara más de aquella iniciación o quizás no paso de aquel acto virtual para convertirlo en el efectivo.

Al iniciarnos y llegar despojados físicamente de todo lo material, también debemos estar internamente despojados de todas esas cosas que nos atan al mundo profano; es el momento en que la iniciación llega a nosotros, este segundo nacimiento puede decirse que es el nacimiento de un principio espiritual, en el centro de la individualidad humana, simbolizado por todas las tradiciones del rito iniciático y desde ahí quedamos unidos a una organización tradicional que es la “masonería” y que se remonta como los textos dicen al inicio mismo de la vida.

Entonces es cuando empezamos el camino para la superación como seres humanos y para alcanzar todos los ideales que nos muestran nuestros maestros. Tener una conducta distinta es un signo grande de ese nacimiento, ver las cosas de distinta manera y actuar como una persona justa y fraterna; de construir nuestro templo interior y llenarlo de virtudes. Dejar atrás los sentimientos de odio, rencor, ira y cambiarlos por esa parte opuesta que tienen, que son el amor, el perdón y la tolerancia.

Pero todos los masones estamos concientes de ello? Cuenta una pequeña historia que había un maestro en el oriente que mandó a llamar a su alumno y a recriminarle que en la noche anterior lo habían visto borracho por las calles y arrastrando una carreta con otra persona mas ebria que él. Un alumno suyo no debería hacer esos espectáculos porque iba en contra de su reputación.

El alumno en forma sumisa le dijo que había actuado en forma correcta. Pero como era eso posible?,le respondió: porque aquel ebrio que llevaba en mi carreta era usted maestro y lo encontré tirado en el suelo.

Un masón es el motivo de aprendizaje de otro masón, de un compañero, de un maestro y porque no, de un aprendiz. Estamos aquí para aprender y no para juzgar.

No es solo estar en la masonería, es actuar, ser y pensar como un masón y demostrar no solo en nuestra logia o con nuestros hermanos que podemos serlo, sino en el mundo entero; el ser distintos no es ser raro; el ser distintos es ser mejor, pero como personas tenemos que tener en cuenta que los seres humanos no son sólo racionales, sino que, también, son emocionales. Esto hace que aquello que es enseñado, o mostrado, a la persona que se encuentra ante una nueva situación en su vida, es mejor comprendido y aceptado cuando se le presenta tanto en su faceta racional, o lógica, como emocional.

Pero quien logre mantenerse en el camino y se transforme en un verdadero iniciado, habiendo agotado sus posibilidades humanas, puede emprenderse en el desarrollo del verdadero conocimiento y el camino a la superación; por dentro y por fuera.
En esta época de modernismos y tecnología, de inventos sorprendentes, guerras, miseria humana, etc. Sigue vigente una palabra, que pudiera parecer muy común pero es la piedra angular de toda alma de la cual marca el principio de su verdadera evolución esta palabra es: LA INICIACION.

Cuenta una leyenda del buda que se encontró con un campesino que llevaba dos ramos de flores, uno a cada mano. Buda le dijo: bótalas!

El campesino boto las que tenia en la mano izquierda por pensar que se refería a que esa mano no era digna de llevar las flores. Buda sonrió y le dijo: bótalas! El campesino sorprendido botó las de la mano derecha.

Buda no dejó de sonreír y dijo: bótalas!

Un maestro que estaba a su lado le dijo: a quien le hablas maestro? Al campesino o a las flores?

Como iniciados en el camino de la masonería debemos de pensar si estamos dejando atrás aquellas cosas que nos unen a lo profano o si aquellas cosas no nos dejan entrar en nuestra verdadera iniciación.

Quizás seamos eternos aspirantes al despertar, a la realidad única por medio de la “iniciación permanente”.

Muchas gracias V:.M:.

R:.L:.S:. INTEGRACION No 149

Ap:.Mas:. GERARDO BOURONCLE Mc EVOY

Vall:. de lima, 10 de octubre de 2008