ESTAR ENTRE COLUMNAS
La primera vez que escuchamos el término “estar entre columnas” es durante la ceremonia de iniciación. Desconociendo todo cuanto hay en el templo, es el punto de partida y el inicio del camino para ingresar a los misterios de la orden. Entre las dos columnas estamos entre el antes y el ahora, la dualidad de las columnas se pone de manifiesto en este instante entre el profano que éramos y en iniciado que somos.
Ya descubiertos y con la luz por delante nuevamente nos encontramos entre columnas, este momento tiene el propósito de crear en nuestra vida interior una tensión equilibrada entre los polos opuestos de la virtud y del vicio, el cual generará esas fuerzas de conocimiento interior que nos llevaran al crecimiento.
Estar entre columnas se convierte en una frase constante para nuestros oídos desde aquel momento, lo que debemos es darle el verdadero significado a “estar entre columnas” ya que es fundamental no solo en la liturgia sino en el ejercicio mismo del Masón.
Las Columnas de nuestros templos tienen sus raíces en las del Templo del Rey Salomón y la tradición Templaría, en cuyos templos también se erigían pares de columnas marcadas con las letras J y B.
Estas dos Columnas fueron erigidas a la entrada del Templo de Jerusalén por orden del Rey Salomón, en recuerdo de la misericordia de Dios al hacer aparecer una Columna de nubes durante el día y una Columna de fuego durante la noche con la finalidad de guiar a su pueblo en su camino hacía la liberación. Esta interpretación bíblica nos debe servir para darle mayor énfasis no solo al valor simbólico sino inspiracional.
Las columnas entonces tienen una importancia fundamental en el Templo. Constituyen el punto de partida de todo cuanto se realiza en él. Tanto es así que hablamos de levantar columnas cuando nos referimos a abrir una Logia, lo cual equivale a nacer a una nueva vida.
Las columnas entonces conforman un portal muy firmemente establecido y fuerte que separa el mundo profano de la cámara interior en la que los masones realizamos nuestros trabajos lejos de “la indiscreción de los profanos”.
Las dos columnas, "B" y "J" representan los pares de opuestos o la dualidad en nuestro ser: una el polo positivo, el espíritu o la mente y, la otra, el aspecto negativo, la materia o el corazón. Cada masón lleva en sí estas dos columnas.
De la misma forma que poseemos dos piernas para caminar correctamente, estas columnas nos dan la fuerza y la belleza en la búsqueda de la verdad; no nos pueden faltar, sirven para erigirnos contra la adversidad; asimismo, la solución de uno de los problemas más grandes y más difíciles que tendrá que afrontar en el camino de superación el masón como es el vicio. Otro aspecto importante de estas fuerzas duales es el del sexo. El problema consiste en que los sexos están colocados en polos extremos. En un extremo está el aspecto positivo del hombre y en el otro el aspecto negativo de la mujer. Las dos Columnas del Pórtico de Entrada de las Logias representan entonces las dos polaridades lo masculino y lo femenino.
La Columna femenina, marca la influencia del exterior sobre el interior, mientras que La Columna masculina. Es símbolo de iniciativa, de conquista, de expansión inmoderada influencia sobre el exterior. Las Dos Columnas, significan respectivamente "Cohesión" y "exteriorización", en los textos de Masonería se dice se complementan perfectamente al unirse en:
"Con fuerza estableceré mi Templo para que se conserve firme por siempre".
Es incuestionable que el estudio del simbolismo de las dos Columnas nos lleva de manera natural al estudio de la Ley de la Polaridad. Esta ley que nos enseña a distinguir en todo, aparentes opuestos o diferencias; para luego enseñarnos que estos supuestos polos opuestos son pura ilusión y que en realidad no son nada más que aspectos opuestos de una sola unidad, de un todo.
Los opuestos están tan lejos y a la vez tan cerca uno del otro como el Este del Oeste. A lo largo de la historia el ser humano ha creído que para generar la armonía de los pueblos es necesario exterminar la oposición, aquí es donde el hombre cae y el principio de polaridad no lo usa. Para poder generar el equilibrio hay que estar en el medio del camino en donde realmente los dos polos forman uno solo y es de la rectitud hacia lo infinito que nos lleva hacia esa libertad, igualdad y fraternidad tan soñada por todos.
RR:. YQQ:. HH:. Pongámonos entre columnas no solo para recibir una batería de júbilo, no solo para estar llamados al orden, no solo para ser retejados y no solo para que se nos llame la atención.
Pongámonos entre columnas para generar el equilibrio interno que necesitamos, para ese dar y recibir y para que estas columnas sean el verdadero cimiento de nuestro edificio interno que es alimentado constantemente por esas piedras que son los masones que no solo nutren las columnas sino que las fortalecen con la Fe, la esperanza y el valor; así como con su presencia y el trabajo infatigable de ser hombres libres y de buenas costumbres.
Es mi Palabra V:.M:.
R:.L:.S:. INTEGRACION No 149
Q:.H:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy
Vall:. De lima 14 de agosto 2009 e:.v:.
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