miércoles, 16 de mayo de 2012

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
IN DEO FIDUCIA NOSTRA
MANOS A LA OBRA
Esta famosa frase de “Manos a la obra” la oí hace unos días en una tenida cuando los HH:. Hablaban de que a la Masonería debemos de ponerle mucho trabajo, ganas y esfuerzos por hacerla grande.
Grande también fue el asombro cuando les pregunte a mis HH:. Si realmente la Masonería había dejado de serlo? En realidad ha dejado de ser grande? Ha perdido algo? O somos nosotros los que no la estamos trabajando como es debido?
Nuestros principios y nuestros linderos no han variado a lo largo de la historia; quizás estamos frente a cambios en las sociedades y en el planeta, pero los Principios Masónicos siguen intactos, están ahí, entonces estamos quizás siendo arrastrados por esa sociedad que hace que manejemos situaciones en nuestras logias como círculos sociales como piensan los profanos y no como la Hermandad a la que un día de iniciados hemos jurado lealtad.
Hay un símbolo de pureza que se nos entrega con nuestros mandiles blancos y son los “guantes blancos”, aquellos que nos hacen recordar que nunca debemos manchar nuestras manos con la ignorancia, los chismes o la intolerancia; y que son una muestra de blancura y pureza tanto en nuestras acciones como en nuestras intenciones para con nuestros HH:. Asimismo para con la sociedad, a esto se le llama el respeto.
El término “Manos a la obra” también podemos definirlo como la Aplicación de la actividad humana a un fin; para el Masón es la Labor que tiene que hacer un obrero o la acción en cuanto a su conformidad con los deberes morales. Para ello la gran obra a la que tenemos que ponerle mano es un templo, ese mismo que se nos dice en los rituales; el templo interior…..….nosotros mismos. Entonces cuando pongamos manos a la obra pensemos en nosotros y en lo que estamos haciendo para trabajarlo.
Dentro del simbolismo Masónico hablamos que los guantes eran usados por los antiguos canteros para protegerse en el trabajo manual de los trozos de piedra que saltaban del desbaste de las mismas; asimismo con los guantes era más fácil agarrar las herramientas que se empleaban en el trabajo. El Masón moderno no usa guantes de cuero, usa guantes suaves y de color blanco pero el fin sigue siendo el mismo, el coger esas herramientas como el mazo y el cincel y asirlas de la manera correcta y a la vez darles el uso adecuado, así como el protegernos de aquellas imperfecciones que sales de desbastar la piedra tosca y que no deben regresar a nosotros, todos esos vicios que vamos dejando con el pulimento no deben volver a tocarnos.
El mazo es el símbolo de nuestro poder, manifestación de nuestro temple, constancia y voluntad, por tanto es representación simbólica de la fuerza y de la tenacidad firme del masón; mientras que el cincel es la herramienta que simboliza la sabiduría aplicada en la justicia.
En la biblia se nos dice” “debemos construir nuestro templo sin herramientas y sin ruido”; a lo que hace mención esta cita es pues a que aquellas herramientas no están fuera de nosotros sino adentro y que debemos asimismo guardar el silencio y la prudencia necesaria ya que una de las cualidades de un Masón pues es la discreción.
Los guantes blancos son símbolo de mayor dignidad y de trabajo operativo, el tenerlos puestos no solo muestra las intenciones mas puras en nuestro accionar sino que nos recuerda que estamos con las herramientas puestas, ese trabajo constante de aprendizaje que hace del Masón Hombre libre y de buenas costumbres; recordemos lo que el buda dijo: “la ignorancia es la causa de toda la miseria del mundo y solamente el conocimiento de sí mismo y de la relación de uno con el Gran Plan, puede combatir esta ignorancia”. Entonces poner manos a la obra es ponernos a trabajar pero en nosotros mismos; somos esa obra que tenemos que moldear, somos esa piedra y las herramientas a la vez, somos esa conexión con el G:.A:.D..U:.
RR:. Y QQ:. HH:. Pongamos pues ahora si Manos a la obra, usemos nuestra simbología y alegoría adecuadamente pues los ojos del Masón ven mas allá de lo que el ojo profano puede ver, nuestras vestimentas hablan por si solas, afinemos nuestros oídos y agudicemos nuestras sentidos; esos guantes blancos que realmente reflejen el fiel propósito de usar adecuadamente nuestras herramientas en nuestro camino de la superación y la perfección; recordemos las palabras del V:.M:. que dice: “Vuestra obra está con el señor y vuestra recompensa en el cielo”. No pensemos que vamos a hacer grande a la Masonería, pensemos más bien que tenemos que hacernos dignos de ella y seamos pues el cambio que queremos ver en el Mundo.
R:.L:.S:. INTEGRACION No 149
Q:.H:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy
Vall:. De lima 20 de noviembre e:.v:.

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