miércoles, 16 de mayo de 2012

PAVIMENTO MOSAICO
Los símbolos usados en la masonería tienen diferentes orígenes y un solo PRINCIPIO. Así hay algunos provenientes de los magos, asociación de sabios persas que expresaban el concepto de Dios a través del sol y la naturaleza. Los misterios judíos y los de los cristianos esenios, son los que más han influido en la masonería especulativa.
Los símbolos masónicos se refieren a un conjunto de ideas relacionados con el conocimiento de la COSMOGONÍA (palabra proveniente de dos voces griegas, cosmos y nacimiento o nacer) que es el conjunto de narraciones e historias ideadas con la intención de dar respuesta a como aconteció la creación del universo y de el hombre mismo, puesto que este es un cosmos en pequeño, el microcosmos en lenguaje hermético.
Los antiguos constructores consideraban al cosmos como su modelo simbólico por excelencia, y para edificar sus obras imitaban las estructuras de ese modelo, revelados sobretodo a través de las formas geométricas entre las que destacan el círculo y el cuadrado, símbolos respectivos del cielo y la tierra.
Hoy en día los masones no levantan edificios pero ese cosmos se representa a través de los símbolos que decoran nuestros templos. Los trabajos en la logia son precisamente análogos a la misma estructura del cosmos, los principios o ideas los podemos conocer a través de los símbolos, el más importante de los cuales es el que se refiere a la creación misma, la gran obra de la creación, la del G:.A:.D:.U:.
A manera de tablero de ajedrez en el centro de la logia se extiende el pavimento mosaico, es un tapiz de cuadros blancos y negros. Sus orígenes son simbólicos y sagrados.
El pavimento mosaico es un símbolo de manifestación determinada por la lucha y el delicado equilibrio que entre sí sostienen las energías positivas, masculinas y centrífugas (yang, luminosas) y las energías negativas, femeninas y centrípetas (Yin, oscuras), expresadas también en alternancia de los ritmos y ciclos de la naturaleza y el cosmos.
Estas mismas energías están representadas por el sol y la luna, que en la logia se encuentran el oriente, a uno y otro lado del delta luminoso.
Asimismo el blanco y negro simbolizan la igualdad de las razas y el eterno contraste de los pares opuestos el positivo y el negativo; el blanco simboliza las energías celestes y el color negro las terrestres.
La palabra mosaico deriva del griego museion, literalmente templo de las musas, expresión esta que representa simbólicamente en su conjunto a la armonía universal.
En el centro del pavimento mosaico se dispone el cuadro de la logia, que es un esquema sistémico de todo templo masónico, además de constituir un soporte simbólico para la meditación y la concentración. Antiguamente el cuadro de la logia se trazaba directamente en el suelo antes de iniciar los trabajos y era borrado al finalizarlos.
Alrededor del cuadro de la logia están los tres pilares de la sabiduría la fuerza y la belleza. Los pilares son llamados las "tres pequeñas luces" de la masonería. En algunas logias los tres pilares están consagrados a la diosa Minerva (la sabiduría), a Hércules (la fuerza) y a Venus (la belleza). Hay que tener en cuenta que "las tres grandes luces" que son el libro sagrado la escuadra y el compás.
Como mencione anteriormente, la simbología del pavimento masónico también debe llevarnos a reflexión, esa unión del blanco y el negro que nos da la armonía en el templo, nos refleja la tolerancia que hay en todo lo que se opone y que al final es el equilibrio que debemos de buscar no solo con nosotros como masones sino con el mundo profano. Hay que recordar que la tolerancia es un acto de fraternidad y no existe fraternidad si no hay tolerancia. El caminar por el pavimento masónico asimismo debe hacernos recordar que caminamos entre lo blanco y lo negro de nuestras vidas, entre lo bueno y lo malo y debemos tener pasos firmes y seguros para seguir adelante. Durante la iniciación caminamos vendados, con paso temeroso, luego de ver la luz estamos cada vez más seguros en nuestro caminar.
Ese tablero de ajedrez debe también hacernos recordar que nosotros a manera de fichas podemos caminar en dicho juego; cada pieza de ajedrez tiene un movimiento, una vez leí que debemos saber que parte de este juego somos nosotros. Existen los peones que solo caminan en una dirección y cumplen una función. Las torres tienen dos direcciones y son vigías, sitios de observación pero no hay mejor vigía que nosotros mismos y no debemos juzgar al resto. Los caballos tienen un movimiento mas al azahar caen imprevistamente en el negro o el blanco y nosotros no podemos ser así improvisados, el alfil representa al clero tiene movimientos diagonales pero solo van por el blanco o el negro tiene una conducta rígida y nosotros no podemos ser así. La reina es una de las piezas que mas juega en el ajedrez, tiene movimientos libres, se mueve tanto en el negro como en el blanco y al morir puede ser la que cambie el juego, a su vez no puede estar en un solo lugar porque corre peligro y nosotros no podemos vivir así enfrentando el peligro y hacer peligrar la vida de quien nos rodea.
En cambio el rey, tiene un movimiento lento va del negro al blanco y viceversa y puede ir en cualquier dirección y al final si el falta el juego termina. Pues nosotros podemos ser ese rey, el dueño de nuestro propio tablero, caminar lento, pero seguro sin limitaciones propias de nuestra naturaleza.
Somos dueños de nuestros pensamientos y esclavos de nuestras acciones. La vida no es un juego sino una lucha activa del bien y el mal, no somos espectadores, somos los actores principales, ese rey que tiene que luchar contra su peor enemigo que no esta al otro lado sino que somos nosotros mismos.
R:.L:.S:. INTEGRACION No 149
Q:.H:. GERARDO BOURONCLE MC EVOY
Vall:. De lima, 25 de abril de 2008 e:.v:.

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