miércoles, 16 de mayo de 2012

A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:.
IN DEO FIDUCIA NOSTRA
LA SAL Y EL SALARIO
La palabra salario viene de la lengua latina “Salarium” derivada de la palabra “sal”; la sal en la antigüedad era un bien preciado ya que servía como preservante de los alimentos y muchas veces los soldados romanos la empleaban para conservar sus alimentos; estos pasaban largas temporadas fuera de casa y en agotadoras campañas conquistadoras; contaban con unos sacos en donde colocaban trozos de carne y que eran conservados gracias a la sal, de allí su importancia que a la hora del pago parte de este era en sal. Cuenta una leyenda que La sal fue el motivo de construcción de un camino desde las salitreras de Ostia hasta la ciudad de Roma, unos quinientos años antes de Cristo. Este camino fue llamado "Vía Salaria". Asimismo los griegos no solo la usaban para los alimentos y como una remuneración sino también la usaban como un antiséptico ya que la palabra sal es derivada de Salus la diosa de la salud.
La sal entonces es obtenida desde la antigüedad como producto del trabajo; ya en la cámara de reflexiones encontramos cristales de sal y se nos dice que a los masones nos representa la necesidad de trabajar con productividad para que la sociedad progrese. Asimismo la sal, formada por cristales nos muestra el equilibrio entre los principios internos y las sensaciones que provienen del exterior representadas por el azufre y el mercurio respectivamente, dos fuerzas que en la alquimia nos muestran el resultado de la unión o conciliación de una energía celeste, activa, yang, y de una energía terrestre, pasiva, Yin. La energía de la sal es empleada entonces para "conciliar los opuestos" o "reunir lo disperso".
El salario entonces se convierte en el pago justo al trabajo realizado. Santo Tomas de Aquino decía que el orden moral radicaba en que cada uno recibía el justo pago por como se desempeñaba en la sociedad; es decir, que el salario justo era aquel que le permitía al receptor una vida adecuada a su posición social.
En la leyenda del Sabio arquitecto Hiram abiff se dice que el número de obreros ascendía a 183.000 para la construcción del templo de salomón; estos eran llamados prosélitos o extranjeros admitidos, es decir, iniciados. Hiram los distribuyó en tres clases o grados: aprendices, compañeros y maestros. Estuvieron divididos en pequeños grupos constructores (logias) que tenían un trabajo específico pero todo un fin común y era la construcción del gran templo de Dios.
Cada una de las clases o grados tenían sus misterios y secretos, reconociéndose entre si por medio de ciertas señales, palabras y toques peculiares a cada grado. Los aprendices eran enseñados por los compañeros que a su vez eran supervisados por un maestro. Era una pirámide de trabajo que tenía como cabeza al maestro. Se dice asimismo que Los aprendices recibían su salario en la columna B, los compañeros en la columna J, y los maestros en la cámara del medio. Los pagadores no entregaban el salario sin antes verificar con los signos correspondientes al respectivo grado.
Por eso cuando hablamos de Salario debemos recordar a la sal no solo como fuente etiológica sino también como fuente inspirativa, como mencioné anteriormente la sal representa ese equilibrio de dos fuerzas entre lo que uno “da” y lo que uno “recibe” lo que uno trabaja y la justa paga. Recordemos asimismo que las columnas J y B simbolizan respectivamente el principio activo y el principio pasivo. Cuando la Logia trabaja en grado de aprendiz, el salario se recibe en la columna B, y cuando lo hace en grado de compañero en la columna J.
Entonces con los conceptos vertidos anteriormente, si vemos el simbolismo de la sal podemos decir entre otras cosas que representa “la unión entre las cosas por su capacidad de disolverse y fundirse y por ese poder de conservación, purificación e incorruptibilidad”.
Al finalizar los trabajos los obreros deben recibir el justo pago y retirarse contentos y satisfechos por la labor realizada; los Masones pues trabajamos y recibimos el pago correspondiente al grado trabajado, pero El salario del masón tiene un carácter más trascendental que el dinero profano.
Por otro lado, los maestros reciben su salario en la cámara del medio; así como lo hacían los maestros de Hiram, pues su función está ligada directamente a elaborar los planos de acuerdo a los del Arquitecto o ser Universal, es por ello que la labor del maestro en logia es denominada “trazado de arquitectura” o “trazado arquitectónico” mientras que la labor del compañero y el aprendiz es llamada “trabajo”.
Cabe recordar que el jornal diario era pagado a los obreros de las columnas respectivas y que luego de los años de experiencia y aprendizaje eran ascendidos o recibían el respectivo “aumento de salario”. Es por ello necesario diferenciar “salario de grado” con “salario de masón”.
El primero es el que se da al pasar de un grado al otro, se considera que es producto de nuestro esfuerzo y cumplimiento para con los requisitos del grado y de la orden, entonces seremos merecedores de un ascenso de grado por haber cumplido con lo que nos fue exigido.
El segundo, “el salario del Masón” es el que recibimos producto de nuestra asistencia a la logia y participación en ella a través de los trabajos que presentamos. Se da luego de la participación en cada tenida. Es un salario que tiene la particularidad de no ser pagado en dinero, ya que el salario del masón es el salario del espíritu.
Entonces al llegar la medianoche, hora que terminan de trabajar los obreros, estos deben recibir la justa recompensa del trabajo realizado; ese salario que es el perfeccionamiento gradual de masón y que está compuesto por el conocimiento y la sabiduría que adquirimos con la asistencia a la Tenidas, con los aportes que hacemos y recibimos en ellas; con esa fraternidad que constituye quizás el valor mas grande recibido como salario y que debe ser llevado hacia la humanidad……..”No piense el mundo que habéis trabajado inútilmente y que habéis gastado vuestras fuerzas en nada”.
RR:. Y QQ:. HH:. Trabajemos juntos para que nuestra augusta Orden mantenga en pie esas dos columnas cada vez más fuertes, vayamos a cobrar ese salario en cada tenida con la convicción de haber cumplido nuestra labor por el día trabajado, no lleguemos a pensar que el trabajo ha terminado, muy por el contrario el trabajo continua porque el pago recibido en el taller sirve para poder gastarlo espiritualmente con el mundo profano dando muestras verdaderas de enseñanzas de vida y perfeccionamiento humano, dando al mundo la verdadera fraternidad del Masón.
Regresemos a nuestros talleres llenos de ganas de seguir trabajando en cada tenida porque solo asi recibiremos el justo Salario par poder seguir edificando ese templo interno para el bien propio y el de nuestra sociedad.
R:.L:.S:. INTEGRACION No 149
Q:.H:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy
Vall:. De lima 28 de agosto 2009 e:.v:.

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