jueves, 24 de marzo de 2022

 

 

El Taller del Albañil (cuento)

Autor: Gerardo Bouroncle Mc Evoy

Hubo un tiempo muy lejano en que las herramientas podían hablar entre ellas; cierto día en el taller del Albañil se reunieron todas las herramientas para determinar quién debería estar a cargo del mismo.

El mazo empezó diciendo que por su importancia debería estar sobre la mesa y vigilando al resto que se porten bien; inmediatamente el cincel reclamó y dijo que no estaba de acuerdo,  porque "eres muy ruidoso y siempre nos pones nerviosos con esos golpes a cada rato";  la regla  le increpó al cincel que no debería hablar tampoco porque él solo trabajaba en la superficie de la cosas y nunca profundizaba;  la escuadra le pidió a la regla que tampoco dijera nada porque ella todo el día se la pasaba midiendo todo y creyéndose la perfecta;  el compás le dijo a la escuadra que tampoco estaba calificada para criticar a nadie porque siempre andaba por las esquinas viendo las imperfecciones de todos; a lo que el nivel haciéndose oír le dijo al compás que tampoco estaba calificado porque siempre está concentrado en marcar los límites de todos y no deja actuar libremente a nadie; la Plomada muy seria les increpo a todos la poca estabilidad emocional que estaban demostrando en la discusión, cualidad que ella sí poseía..... 

En ese preciso instante se abrió la puerta e ingresó el albañil; agarro en una mano el mazo y en la otra el cincel empezando a dar golpes a la piedra que tenía en frente, de rato en rato usaba la regla y el compás y marcaba los lugares donde trabajarla; la escuadra le permitía alienar bien los ángulos que los media con mucha precisión, al final ponía el nivel para ver que todo estaba bien corroborando el trabajo con la plomada. 

Y he aquí que todos se quedaron callados para siempre y trabajaron en armonía; ya que el Albañil fue el único que vio todas cualidades que tenían cada una de sus herramientas para hacer un buen trabajo. Y es que solo viendo lo positivo de cada uno de nosotros es que podremos salir adelante; viendo lo negativo solo nos enfrascara en discusiones inútiles y nos estancara en el verdadero trabajo que es pulir esa piedra. 

El albañil al igual que el Masón solo usa lo mejor de cada una de estas herramientas al igual que si nos identificamos con ellas sacaremos lo mejor que tenemos para hacer un trabajo eficiente en bien de ese taller que solo reclama “Armonía” 

Shalom Hermanos

 

Gerardo

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