viernes, 6 de julio de 2012

EL HERMANO MAYOR
M:.M:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy
Los que hemos crecido en un hogar numeroso y hemos sido los menores de los hermanos, hemos escuchado con regularidad decir a nuestros padres: “mira el ejemplo de tu hermano Mayor”; pero claro, esto en referencia a lo bueno que ellos habían hecho, porque cuando alguno de ellos cometía algún desatino, no eran para nada un buen ejemplo; y es precisamente eso, solo debíamos asimilar de ellos “un buen ejemplo”.
El ser hijo mayor en una familia trae consigo a la vez mucha expectativa de los padres, generalmente los esfuerzos en educación y atención están orientadas a lo mejor; quizás en la gran mayoría de casos sean los privilegiados en muchos aspectos en hogares regularmente constituidos. Los herederos de los buenos ejemplos somos los que estamos abajo, algunos crecen bajo la sombra de los mayores y no superan a ellos. Sin embargo, esto parece ser un reto para algunos, el superar esa meta o esa valla que nuestros padres sin querer nos trazaron, hicieron a los menores más competitivos o más reprimidos en algunos casos.
Al correr el tiempo y todos alcanzar la madurez, pues el tema de edades en los hermanos desaparece, todos se reúnen bajo una misma mesa y ya no hay casi ninguna diferencia en cuanto a edad, derechos, ni expectativas ya que cada uno ha podido formar su propio camino y destino. Es el momento en el que el buen ejemplo del hermano mayor quedó de lado. Entonces ¿cuándo es que nos sirve ese ejemplo del hermano Mayor? Pues cuando estamos en formación, cuando aun somos pequeños y vemos a ese hermano grande que puede hacer muchas cosas que nosotros aún no podemos por nuestra corta edad y sin querer nos metemos en la cabeza “cuando yo sea grande voy a ser como él o mejor”.
Cuando uno ya creció, pues esa misma idea de niño ya cambió, ya no queremos ser como el hermano mayor, ahora queremos ser nosotros mismos. Tomar nuestras propias decisiones y nuestro propio rumbo.
Hace algunos días en una reunión Familiar mi hermano mayor, que en edad tiene 10 años más que yo me dijo “te toca ir a traer la botella de vino” sin parpadear lo hice y procedí a llenar la copa de los presentes; luego de un momento me tocó decirle a él: “ahora te toca a ti traer el vino”, sin recibir respuesta alguna se puso de pie y fue a la cocina muy obediente. Quizás cuando fuimos niños y él en condición de hermano mayor hasta cierto punto me ordenaba algo y yo le obedecía, quizás como muestra de respeto o jerarquía dentro del hogar uno asume roles sin querer. Hoy en día cada uno tiene su hogar y simplemente nos juntamos en la casa de los Padres estando todos de igual a igual. EL hermano Mayor dejó de serlo para simplemente convertirse en nuestro “Hermano”.
¿Nos parece conocida esta historia que les cuento?
Pues como masones si debería parecernos familiar; Nosotros nos llamamos “Hermanos”; pero nuestra Hermandad va mas allá de los lazos sanguíneos que nos impone el seno familiar; hablar de fraternidad en la Masonería tiene una connotación mucho más Fuerte de lo que podría parecer y de lo que se podría decir; no voy a referirme a este término en este momento sino a otro tema en particular ligado a la historia.
De aprendices escuchamos con regularidad el término “Hermano Mayor” cuando se nos habla de los Hermanos Maestros e inclusive de los que cuentan con muchos años en la Orden; sin embargo, he buscado en textos de Masonería y en ninguna bibliografía he encontrado este término para definir a los Hermanos de la Logia. Según algunos Masones es más por un “uso y costumbre” el denominar así a ciertos hermanos con características en el tiempo y en la edad dentro de la Orden.
Aquí encontré un punto muy importante en comparación con mi relato inicial; ya que mi Hermano Mayor en consanguinidad siempre lo será más perdió su jerarquía con el correr de los años, hoy todos estamos en las mismas condiciones de familia y trabajo; seguirá siendo el Hermano Mayor mas no el modelo a seguir como cuando niños. EL Masón ingresa a la Orden siendo Hermano, su edad la dará el grado Masónico alcanzado más no su edad cronológica, ya que encontraremos Maestros de 40 años como aprendices de 55 años por ejemplo. Es por ello que el Masón se dirige a su Hermano diciéndole “Querido Hermano” o “Respetable Hermano” en primer grado, más en los Grados de compañero y Maestro, se mantiene la jerarquía en relación al Venerable Maestro; no perdiendo nunca la condición de “Igualdad”.
Es pues importante distinguir aquí un punto que me llamó siempre la atención y es que al ser todos hermanos y estar entre: “tus iguales” como nos dice nuestro “Ritual”; porque tratar de “Hermano Mayor” a un Hermano que simplemente tiene más canas que yo o tiene más años en la Orden. El respeto que se debe un hermano a otro es el mismo en todos los sentidos; se confunde la Edad cronológica muchas veces con la edad Masónica ya que ahí si se podría hablar de hasta cierto punto Jerarquía tanto del aprendiz, el compañero y el Maestro. Supongo que al estar más años en la Masonería nos da simplemente más experiencia dentro del Taller; es importante el trabajo Masónico para poder Madurar como Hombre Libre y de buenas costumbres que lo único que hará es formar el Carácter Masónico plasmado en el trabajo diario dentro y fuera del Taller; ganarse el respeto de los Hermanos con amor y fraternidad verdadera y no simplemente por ocupar muchos años un asiento o un cargo.
El llamado Hermano Mayor, realmente lo es porque será un modelo a seguir con sus acciones y su desempeño dentro de la Orden, quizás este menos tiempo que otro Hermano y pueda haber adquirido mas Madurez como Masón; recordemos que todos tenemos nuestra piedra tosca y diariamente la trabajamos; la pregunta final seria: ¿la estoy trabajando a la velocidad necesaria todos los días o solo cuando estoy sentado en mi puesto en Logia? y por último: ¿me considero un buen ejemplo para ese "hermano menor"?
Pero claro, como siempre digo……………. es solo mi opinión.
Julio del 2012 e:.v:.
R:.L:.S:. Integración N° 149
Vall:. De Lima Or:. Del Perú

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