miércoles, 12 de febrero de 2014

Cuento: Los límites del límite humano


LOS LÍMITES DEL LÍMITE HUMANO
 
M:.M:. Gerardo Bouroncle Mc Evoy
 
Hace unos días estaba sentado en el sillón de la sala en casa y veía con detenimiento un acontecimiento por demás importante en la vida de nuestro País; y era el fallo definitivo de la Corte Internacional de La Haya en relación a los límites Marítimos entre Perú y chile; mi hijo de 12 años Joaquín se sentó a mi lado y me pregunto:
- Papa, el Perú tiene la Razón en este asunto?
Mi respuesta fue: Si
-Pero Chile dice ellos también tienen la razón….. la tienen?
Mi respuesta fue: Si
- Que?.............pero Papá los dos no pueden tener la razón.
Lo mire fijamente a los Ojos y le dije: Pues tú también tienes la razón.
Su cara de enojo en ese momento lo único que hizo fue hacerme soltar una carcajada – Te explico- le dije:
“Mira, imagina que hay un granjero que tiene una vaca y la tiene muy descuidada;  en un descuido la vaca pasa a la propiedad del granjero vecino, quien al verla en muy mal estado la alimenta y la cuida.
Luego de un tiempo los dos granjeros entran en disputa por la vaca y se van ante un juez.
El granjero que descuido la vaca da sus argumentos y el juez dictamina que la vaca le pertenece; luego de escuchar al otro granjero el Juez llega a la conclusión de que el también tiene razón y la vaca también le pertenece. El secretario ante este dictamen tan absurdo le increpa al juez que los dos no pueden ser los dueños de la vaca, a lo que el juez dice: señor secretario tiene usted razón.
Bueno, imagínate que en realidad cada persona tiene razón en algo, es decir que cada persona tiene algo de verdad en sus palabras y acciones, dicho de otra forma, que cada ser humano en el mundo tiene su propia verdad, pero te imaginas si esa verdad fuese la misma para todos, pues el mundo sería aburrido, todos pensaríamos lo mismo; sin embargo tener verdades distintas debería ser la mejor forma de llegar a aprender a vivir en armonía ya que la Verdad “verdadera” sería la de Vivir en armonía aun siendo diferentes en razas, religiones e idiomas; lamentablemente el ser humano no ha aprendido todavía eso; es por ello que aquí no se respetan las verdades de las personas sino los intereses de los Países.
Joaquín empezó a reír y me dijo: y porque no entonces nos ponemos de Acuerdo en lo de los límites?
Porque todavía no hemos a prendido una palabra mágica que se llama “Tolerancia”.
En esos momentos Marcelo el pequeño de la familia interrumpió diciendo: Joaquín se me resbalo de las manos tu frasco de colonia y se rompió.
Joaquín se puso de pie muy rápidamente me miró y le dijo: Ya no te preocupes vamos a limpiarlo no vaya a ser que te cortes con uno de los vidrios.
Luego de un momento se sentó a mi lado mientras seguía viendo el resultado del Fallo de los límites marinos en la tele y me dijo:
No sería mejor que el mar fuese de todos?
Pues sí, como te dije si cada uno tiene su verdad y a esa le sumáramos que somos capaces de “Dar” para poder mejorar todos ………………..encontraríamos La verdad Verdadera que es “Amar a tu prójimo como a ti mismo”, es por ello que se ponen límites, porque vivimos con muchas limitaciones y esta es la más grande de todas.
 
B:.R:.L:.S:. Integración N° 149
Vall:. de Lima Or:. del Perú.

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