sábado, 11 de agosto de 2012

la Ponciana Enferma


LA POINCIANA ENFERMA
Ayer por la tarde nuestro amigo el Jardinero Don Máximo se dispuso a cortar la vieja Poinciana de mi jardín, tras 23 años de existencia notamos con mi esposa que en el mes de marzo floreció de una manera que no lo había hecho nunca, brotaron de este árbol unas hermosas flores anaranjadas de un color realmente intenso. Lo más asombroso es que año tras año solo estábamos acostumbrados a ver como perdía sus hojas y como las volvía a recuperar en primavera; sin embargo este año fue especial, perdió sus hojas antes de tiempo, se pobló de flores y luego inexplicablemente se seco.
Cuando arrancamos parte de su corteza nos dimos cuenta que estaba completamente seca, había muerto. Mi hijo Joaquín muy intrigado me preguntó que como era posible que un árbol muera?
Lo mire fijamente y le dije: Todo ser vivo tiene un ciclo de vida, así como nace pues también muere. Los árboles son seres vivos tienen un ciclo vital, algunos viven muchos años y otros no tanto. Existen unos de casi dos mil años.
En ese momento irrumpió Don máximo: Así es pequeño, pero también estos seres vivos están expuestos a sufrir las inclemencias del medio ambiente y pueden también enfermar. Existen plagas que los enferman y los llegan a matar como si fuera un cáncer.
Joaquín muy intrigado le pregunto: ¿Este tuvo cáncer? – Pues creo que sí, fue la respuesta del Jardinero.
Hoy por la mañana durante el desayuno la idea del cáncer en las plantas no terminaba de convencer a mi hijo: Papá, ayer leí que el cáncer solo le da a los humanos y quizás a los animales, pero no encontré por ningún lado que les de a las plantas.
Bueno– le dije; si bien el cáncer es una enfermedad propia de las células animales, cuando hablamos también de cáncer estamos hablando de un mal o una enfermedad que poco a poco te consume y te llega a Matar. Una plaga llega a ser como un cáncer para ellos, quizás va destruyendo de a poco sus raíces y lo deja completamente inútil hasta morir. El Cáncer en el ser humano es eso también una enfermedad que no se ve, pero que si uno no tienen cuidado puede avanzar y llevarnos a la muerte.
Yo creo que Nuestro amigo el jardinero se refería a ello y algo más importante también, los arboles así como todos los seres del reino vegetal no son como nosotros que podemos protegernos del medio ambiente, nos abrigamos y tenemos viviendas, ellos por el contrario viven expuestos al medio ambiente y el único medio que tienen para protegerse quizás somos nosotros mismos, que debemos brindarles agua y cuidado. Son seres que dependen del cuidado de nosotros. Quizás no les ponemos el cuidado necesario y nosotros podríamos convertimos en ese cáncer que se llama “Descuido”.
En ese momento vino a mi mente el día que le comente a mi esposa lo llamativas que eran las flores de nuestro viejo árbol; quizás fue un llamado de atención que nos hizo de que el estaba ahí todos los días, dándonos sombra y aire fresco, pero que no le estábamos poniendo la atención necesaria. Termine de tomar mi café y le dije a mi hijo: En realidad Joaquín el peor cáncer que existe se llama “Indiferencia”.
Me miro muy seriamente y con su mirada inocente me dijo: eso es que no le dimos la importancia necesaria a nuestro árbol?. – Pues sí- respondí; pero no solo a nuestro árbol, en la mayoría de casos a veces no le damos importancia a nada que nos rodea, a nuestro seres queridos, a nuestros amigos, a los vecinos, a la señora de la tienda, a los animales que viven en el mundo y finalmente a las plantas, nosotros podríamos convertirnos en su cáncer si somos indiferentes a ellos, a sus necesidades, a sus afectos pero sobretodo al amor que podamos darles. Todos lo que nos rodea en el mundo es importante porque son parte de nuestras vidas y ese árbol aunque parezca raro permite que vivamos porque nos da oxígeno, no solo en esta casa, sino a todo el mundo.
Al llegar por la tarde a casa me acerque a mi hijo y le dije que me acompañara al Jardín, al salir corriendo abrió sus enormes ojos almendrados y noté un brillo peculiar: Un arbolito nuevo!!!! – Gritó- vamos a plantarlo juntos.
Lo abrace muy fuerte y le dije: Dentro de algunos años quizás también él se muera y tú te encargaras de poner uno nuevo con tus hijos y te acordaras que este lo sembramos nosotros porque aunque pasen miles de años ellos seguirán en pie dándonos lo mejor que tienen que es Aire puro, pero sobretodo nos dan la mejor lección de vida que es “respetar y cuidar a nuestros seres en este planeta”.
Mira le dije Joaquín: Hay un proverbio oriental muy sabio que dice: Siembra un árbol, ten un hijo y escribe un libro…………………….Con una gran carcajada me dijo: ¿y tu libro?
Me quede pensando y le dije: el libro es lo que uno vive, lo que uno aprende y lo que uno puede transmitir, el libro somos nosotros mismos.

2 comentarios:

  1. Gran lección, me conmovió. Creo que el árbol de mi casa está muriendo y me siento culpable.
    No lo quiero perder. 😧

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  2. Yo tampoco quiero perder mi árbol :'(

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